Socióloga fue asesinada al realizar una encuesta en Perú.

La socióloga Milagros Patiño, en dias de felicidad y de sueños que se truncaron cuando fue a trabajar encuestando, encontrando una trágica muerte en la zona más violenta del pais, siendo abandonada a su suerte por la empresa Telecom.
La socióloga Milagros Patiño, en días de felicidad y de sueños que se truncaron cuando fue a trabajar, encontrando una trágica muerte en la zona más violenta del país, siendo abandonada a su suerte por la empresa Telecom.

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a socióloga Milagros Patiño Villajuán, de 27 años de edad, encontró una trágica y cruel muerte en el Valle del Río Apurimac y Ene (VRAE), en Perú. Al encontrarse realizando una encuesta para la posible instalación del servicio de telefonía rural, para la empresa de telecomunicaciones Telecom SAC. En una zona conocida por encontrarse los rezagos senderistas y ruta del narcotráfico que corrompen instituciones, autoridades y aquellos que no aceptan sus condiciones, son blancos de atentados o ejecutados.

“A mi hija la mandaron a la muerte”, dice, desconsolada la madre, la profesora María Lourdes Villajúan. A su hija la mandaron al poblado de Occopeja, distrito de Santillana, Ayacucho, para realizar una encuesta para la empresa Telecom, pero no le informaron que esa parte del territorio peruano, forma parte de las zonas más violentas del país. “Los mismos policías, que no se atreven a ir solos, dicen que es “tierra de nadie”, pero también la llaman “tierra caliente”, menciona.

El ex jefe de la Dirección de Operaciones Especiales (DIROES), el Coronel Armando Martínez Salazar, ratifica esa versión, “Hay muchos “mochileros” que van de Ayacucho, Cuzco y otras partes. Es gente lumpen, no solo hacen traslado de droga, sino se dedican al asalto, al sicariato”, asegura. Martínez ha dirigido operativos contra narcoterroristas en la región. “Hay mucha droga en la zona, eso lleva prostitución y delincuencia de todo tipo”, agrega.

Martínez mencionó que se debe tener cuidado con las investigaciones que se realizan en torno al asesinato de la socióloga que estudió en la Universidad Federico Villareal, pues “Si han borrado sus huellas dactilares es porque podría tratarse de un conocido de Milagros que ha evitado que la identifique”, asegura. “Puede ser, también, que hayan pensando que se trataba de una enviada (de las autoridades). Estas hipótesis tienen que se analizadas”, añadió. 

Los efectivos policiales a cargo del comandante Richard Cano, encontraron la mochila con la que ese trágico día, Milagros salió del hotel La Esmeralda, en Huanta. Se logró recuperar sus dos teléfonos celulares, una cámara digital y ropa. Por lo que la hipótesis del robo, fue descartada.

La zona donde fue asesinada Milagros Patiño, es un centro de producción de droga y es acopiada en comunidades del distrito de Llochegua como Mayapo, Villa Mejorada, Canayre, Yaruri, Choymacota, Corazón Pata, Sol Naciente, Coronel Portillo, La Unión y Tacora. La mayor parte de la droga sale por Llochegua, por dos rutas de herradura, y los “mochileros” son guiados o “chalequeados” (protegidos), por una columna de senderistas a cargo de la “Camarada Olga”, según confirman fuentes de la Dirección Antidrogas de la policía (DIRANDRO).

“Los subversivos cumplen un papel importante en el traslado y manejo de la droga has las alturas de Huanta y Huancavelica”, afirma un oficial de la DINANDRO. Para las personas que viven en esa zona, es común ver camionetas con gente armada con fusiles y granadas de mano que se desplazan por los caminos ayacuchanos.

Toda esta información es conocida por las autoridades y por la población, pero al parecer, Milagros desconocía que en la zona donde debía realizar su encuesta era ruta del narcotráfico. “Mi hija no merecía morir así, ella era una persona muy solidaria, noble, sencilla, tenía un corazón hermoso (…) Le he prometido que no descansaré hasta ver en prisión a los responsables del asesinato. De lo contrario, todo lo dejo a Dios”, asegura la madre de la socióloga.

Según la necropsia, Milagros murió por “Traumatismo cráneo-encefálico severo” y traumatismo cervical. También menciona que el objeto que le ocasionó la muerte fue un “agente contundente con filo” y otros en estudio. Lo que causa sorpresa es no dice nada sobre si fue violada y tampoco señala los hematomas y las heridas en los dedos de las manos, como se puede apreciar en la imágenes trasmitidas por los medios de comunicación, que causo indignación en la audiencia. Pues según las primeras pericias de la policía, la joven había sido torturada, los criminales le arrancaron las uñas de los pies, tenía rota la rodilla derecha y el brazo izquierdo. Además, los asesinos le destrozaron la cabeza con un machete, también fue ultrajada sexualmente.

Por otro lado, según la policía, un empleado del hotel La Esmeralda, informó que Milagros fue visitada por el supervisor Antonio Tarifeño y por un gobernador que se había ofrecido a acompañarla. A las 2:30 AM. del 5 de febrero Milagros tomó sola un colectivo hacia Occopeja (a tres horas de Huanta). A las 9:00 PM. La socióloga llamó al celular de su mamá y le dijo: “Madre, tengo miedo, estoy sola, abandonada”.

Milagros fue asesinada el día 6, pero sus restos recién fueron hallados dos días después. Esa misma noche el supervisor Tarifeño denunció la desaparición de Milagros, lo que causa extrañeza en el caso. Además, la empresa Telecom, al principio se negó hacerse responsable de los gastos de sepelio. Lo cual causó indignación entre los familiares, amigos y colegas de profesión, quienes en un acto de desagravio, manifestaron su protesta en las afueras del local de la empresa, pidiendo que se rectifiquen. La empresa no tardó mucho en hacer caso a sus pedidos.

Este tema no solo ha conmovido a la sociedad, sino que ha causado indignación la forma cómo profesionales tienen que buscar la forma de arriesgar hasta su propia vida, en trabajos para mantener a su familia. El caso de Milagros Patiño, ha puesto en “tela de juicio” la forma en que las empresas no toman sus precauciones y dejan en abandono total a su personal, no haciéndose responsable de lo que les pueda pasar.